Nos llamamos Mila y Gonzalo, y somos una pareja con más de 25 años de convivencia los cuales nos han reforzado valores como el respeto, honestidad y trabajo.

Hace algunos años compramos una funda de sofá barata en unos grandes almacenes, la cual en la fotografía del producto se veía excelente pero que cuando la llevamos a casa y quisimos vestir el sofá con dicha funda, vimos que no estaba realizada para nuestro sofá. Fue una mala inversión pues por barata que fuera, no le pudimos dar uso.

Posteriormente, vimos una tienda online dedicada a este producto, y tras un amplio catálogo compramos una funda de mejor calidad, pero la sorpresa fue que tampoco fue válida para nuestro sofá. Echamos en falta una persona que nos pudiera atender, que nos pudiera oír, que nos pudiera aconsejar. No éramos expertos en fundas de sofá, y necesitábamos alguien que nos orientase en qué tipo de funda era la más adecuada para nuestro sofá, y para nuestras necesidades. Decidimos devolver la funda de sofá atendiendo nuestros derechos y descubrimos que detrás de la tienda online había una empresa asiática donde nos facilitaron la dirección de China para devolver la funda.  Otro revés pues el coste era demasiado elevado y nos quedamos con nuestra segunda funda sin poder usar.

Hablando con amigos y familiares, vimos que el problema se repetía: había una insatisfacción general respecto a la funda de sofá, pues hay muchos tipos de tejidos, muchas calidades, diferentes patrones, etc. al igual que hay muchos tipos de sofás diferentes. Y aquí es donde decidimos contactar con los fabricantes de fundas de sofá y solicitarles una formación expresa respecto a sus productos. Vimos que cada fabricante interpreta los patrones de un modo diferente, y comprobamos que una funda que puede no servir para un sofá, puede serle completamente útil para otro.

Analizamos las diferentes medidas. Al ser algunos tejidos elásticos, vimos que ciertos tejidos tenían más elasticidad que otros, por lo que se adaptaban de diferentes modos. Recapitulamos una base de datos de medidas y patrones y creamos nuestra propia tienda online de venta de fundas de sofá. En ella trabajamos 10 años asesorando a clientes que como nosotros, buscaban soluciones. A veces, con una sola llamada de teléfono ya sabíamos que necesitaba. Otras, pedíamos una fotografía del sofá y sus medidas, y buscábamos que funda era la más apropiada. Miles de clientes satisfechos nos avalan.

Ahora, tras la ruptura de la sociedad a la que pertenecíamos, hemos creado esta pequeña empresa en la que pretendemos ser mejores que en la anterior, pulir los errores que se cometieron y ofrecer nuestra experiencia a todos nuestros clientes.

Y conseguir, que una funda de sofá nunca más sea una mala inversión.